Vamos a explicarte qué sensores básicos tiene tu móvil y para qué sirven. Lector de huellas dactilares, acelerómetro, magnetómetro, o sensor de proximidad o luz ambiente. Todos ellos son sensores que puedes encontrarte en tu smartphone, y los doce más utilizados son de los que te vamos a hablar hoy.
Cuando se presenta un nuevo dispositivo, en su ficha completa podrás encontrarte una lista de todos los sensores que incluye. Algunos son comunes y hoy en día los tienen casi todos los móviles, como el GPS, el giroscopio o el sensor de proximidad, pero también hay otros como el lector de iris o el sensor infrarrojo por los que no apuestan todos los fabricantes.
Acelerómetro
El acelerómetro es un componente mecánico muy parecido a un chip, de un tamaño reducido gracias a su nanotecnología, y fabricado en silicio. El acelerómetro sirve para que el móvil sepa en qué orientación está colocado, de manera que el dispositivo pueda saber cuándo lo estás mirando en horizontal, o en vertical, e incluso cuándo lo has colocado boca abajo.
El acelerómetro del móvil consta de una parte móvil que se mueve dependiendo de la aceleración que le apliques, y de otra fija que interpreta el voltaje resultante de este movimiento para determinar la velocidad a la que lo hace y su orientación. En los móviles suelen estar compuestos de tres ejes para medir el movimiento en un espacio tridimensional.
Barómetro
Algunos modelos de móviles también cuentan con un barómetro. Se trata de un sensor cuya única misión es la de medir la presión ambiental del aire. Con esto, el móvil puede medir la altura a la que nos encontramos, lo que en algunas aplicaciones puede ayudar con el posicionamiento del GPS.
Sensores capacitivos
Se trata del sensor en el que están basadas las pantallas táctiles actuales. Estas pantallas tienen un conductor transparente donde circula corriente de forma constante, y está cubierto por una capa de aislamiento como el cristal. Cuando acercas el dedo, que también es conductor eléctrico, el contacto con la superficie de la pantalla genera una distorsión electrostática que el sensor es capaz de medir para determinar dónde estás pulsando.
Es por esta necesidad de detectar una distorsión electrostática que las pantallas táctiles no las puedes utilizar con un puntero de plástico o con unos guantes que no estén especialmente preparados para ello.
Giroscopio
El giroscopio es otro sensor que mide la aceleración no gravitacional, y que está destinado a complementar la información sobre la orientación del móvil que ofrece el acelerómetro. Para eso, añade una cuarta dimensión de movimiento que mide la rotación o el giro del móvil. Cuando alguna app te pide inclinar ligeramente la pantalla del móvil, es el giroscopio el que entra en acción para medir esos pequeños giros, ya que con ellos el acelerómetro no es suficiente.
Igual que el acelerómetro, el giroscopio está compuesto por MEMS (Sistemas microelectromecánicos), por lo que tiene piezas mecánicas pero de tamaño microscópico gracias a la nanotecnología. Se compone de brazos en constante vibración, que varía cuando un movimiento incide en ella, y estos cambios son leídos por un brazo de detección.
GPS del móvil
Los sensores GPS del móvil están diseñados para estar continuamente leyendo la señal que le transmiten los satélites de GPS, utilizando por lo general la señal de varios de ellos para triangular tu posición. Esta señal no consume datos, pero puede ser más débil en interiores, haciendo que tu posición sea más difícil de medir cuando estás dentro de tu casa.
Por lo general, suele utilizar los ángulos de intersección de al menos tres satélites respecto a nuestro móvil para triangular dónde se encuentra. Cada vez más, a estos datos también se les une la distancia que hay del móvil a las torres de telefonía móvil para obtener una ubicación más precisa.
El GPS del móvil lo puedes utilizar para varios tipos de aplicaciones, desde para guiarte a través de aplicaciones de navegación hasta para situarte en el mapa cuando utilizas juegos como Pokémon Go. Se trata de una función que puedes desactivar manualmente en el caso de que prefieras no posicionarte para ahorrar algo de batería, ya que por el contrario el móvil estará situándose continuamente.
Lector de huella dactilar
Contiene una serie de sensores capacitivos en una superficie sobre la que pones el dedo, y con la que el móvil es capaz de reconocer las líneas de nuestra huella dactilar y almacenar una imagen digital de estas. Entonces, cuando luego volvemos a poner el dedo encima el móvil puede comparar las líneas y saber si realmente somos nosotros o es otra persona.
Este sensor se utiliza como método biométrico para la identificación del usuario. De esta manera, en vez de utilizar un patrón, contraseña o PIN para verificar tu identidad es suficiente con utilizar tu huella dactilar para desbloquear el móvil o identificarte en aplicaciones.
Lector de Iris
Se trata de un sistema de reconocimiento similar al de la huella dactilar, pero aplicado en el iris del ojo. Para ello, el lector lee y reconoce los patrones que hay en tu iris realizando una fotografía de alta resolución apoyada por luz infrarroja para reducir los reflejos. Una vez el móvil almacena ese patrón, lo utilizará después para reconocer si eres tú u otra persona quienes está intentando utilizarlo. Este lector sirve como método biométrico para la identificación del usuario.
Podómetro
El podómetro es un sensor destinado a medir el número de pasos que damos cuando estamos caminando. Sin embargo, a día de hoy muchos móviles ya prescinden de él, sacrificando un poco de precisión para emular ese funcionamiento a partir de los datos obtenidos con el acelerómetro del móvil.
En ambos casos la misión es la misma, la de ayudarte a contar la cantidad de pasos que das a lo largo del día, algo de lo que suelen aprovecharse las aplicaciones de salud para medir también las calorías que has ido quemando a lo largo del día.
Sensor Hall o magnetómetro
El magnetómetro es un sensor electrónico que miden y cuantifican las fuerzas magnéticas. Suele utilizarse como brújula electrónica configurándolo para detectar el polo norte magnético de la tierra, y así definir dónde está el polo geográfico. Sin embargo, también tiene otros usos como el de las fundas que bloquean o cambian el aspecto del móvil los móviles al cerrarse.
Sensor de proximidad
El sensor de proximidad es el encargado de permitirle al móvil saber, por ejemplo, cuándo nos acercamos el móvil a la cara para que este pueda apagar la pantalla. Está compuesto por un LED infrarrojo que emite un rayo invisible al ojo humano, y un receptor de infrarrojos que detecta la vuelta del rayo cuando rebota con una superficie.
Su funcionamiento por lo tanto es sencillo, y se basa en el tiempo que tarda ese rayo infrarrojo en volver. A este sistema se le conoce como TOF, Time of Flight o tiempo de vuelo.Cuánto más tarde la luz más lejos estará el objeto. Entre sus funciones está la mencionada de apagar la pantalla cuando la acercamos a la cara al hablar, pero también otras como desbloquear el móvil al pasar la palma de la mano por encima y leer diferentes gestos que podamos hacer con la mano sobre la pantalla.
Sensor de luz ambiental
El sensor de luz es un componente cuya misión es la de detectar la cantidad de luz que hay en el ambiente. Con ello, el móvil es capaz de gestionar el brillo de la pantalla cuando tienes activada la opción de brillo automático, ajustándolo de forma diferente en exteriores e interiores a partir de la luz que haya cuando estás utilizando el móvil.
Sensor de espectro de color
Se trata de un sensor que incluyen algunos fabricantes, y que sirve para capturar el color en las tonalidades que aparecen de manera natural. Permite medir la luz ambiente y determinar la fuente de la luz, si artificial o natural además de la situación de esta fuente de luz para así poder hacer la fotografía en las mejores condiciones.
Con este sensor, el móvil puede controlar el balance de blancos de la camara en condiciones de poca luz para mostrar colores más fieles a la realidad. Algunos móviles también usan el sensor para ajustar el flash de la cámara dependiendo de la luz que captan, evitando así que la fotografía quede quemada.
Sensor de ritmo cardíaco
Consiste en un LED y un sensor óptico. Su funcionamiento es simple, y el usuario sólo tiene que presionar con su piel sobre el sensor de manera que no haya luz ambiente entre ellos. Entonces, se emite la luz LED en la piel, y el sensor busca y reconoce los ritmos de los cambios de color en nuestro dedo provocados por nuestras pulsaciones. El ritmo es el que determina las pulsaciones.
En soluciones avanzadas, un sensor de este tipo también puede estimar el nivel de oxígeno en la sangre. Para ello utiliza un LED de amplio espectro y mide el espectro que recibe de vuelta el sensor. Dependiendo del nivel de oxígeno en la sangre, la luz se absorbe de una u otra manera.
Sensor infrarrojo
Algunos móviles también implementan sensores infrarrojos para permitirte controlar otros dispositivos del hogar haciendo de mando a distancia. De esta manera, con el propio móvil puedes controlar el televisor o el aire acondicionado. Sin embargo, este no es un sensor por el que apuesten todos los fabricantes o sea que tendrás que estar atento para saber si el móvil que quieres lo tiene o no.
Imágenes | Kārlis Dambrāns